Zarzuela no impondrá esta vez a don Juan Carlos condiciones para su visita a Sanxenxo a finales de mes
En la Casa del Rey están tranquilos por el comportamiento discreto observado en las últimas ocasiones en España y en la isla de Wight
Finalmente, Juan Carlos I cumple con su palabra y, tras prometer en julio, durante su última visita a Sanxenxo, que regresaría "pronto a Galicia", volverá a su refugio favorito a finales de este mes de septiembre para participar en la Octava Regata Rey Juan Carlos I.
“Juan Carlos I está más vivo que nunca”
La competición se disputará en aguas de la localidad pontevedresa entre el jueves 28 de septiembre y el domingo 1 de octubre, y el emérito volverá a ponerse al timón del 'Bribón' tras proclamarse, hace apenas una semana, campeón del Mundo de la clase 6 metros, en la competición celebrada en la Isla de Wight (Reino Unido).
En buena forma
Don Juan Carlos se encuentra en buena forma física, como se comprobó en la última aparición en Wight, en Reino Unido, con veinte kilos menos y una vitalidad que le ha permitido disfrutar de las regatas en primera fila. Muchos han sido los comentarios sobre su buen aspecto físico, dentro de sus limitaciones de movilidad.
Precisamente porque se siente bien, quiere seguir practicando la vela, un deporte que le apasiona: patronear el ‘Bribón’ mientras pasa tiempo con sus amigos. “Tiempo de calidad”, afirman las fuentes consultadas.
“Juan Carlos I está más vivo que nunca”. Así lo confirman a Monarquía Confidencial en su entorno cercano.
Discreción y perfil bajo
Este regreso a Pontevedra mantendrá la línea de sus anteriores visitas. Estancia discreta, perfil bajo, y residencia de nuevo en casa de Pedro Campos. Y esta vez no habrá una “llamada de atención” previa desde Zarzuela.
Según confirman a MC fuentes cercanas al entorno de Felipe VI, esta vez la Casa “respira tranquila” tras haber comprobado el comportamiento discreto de Juan Carlos en las últimas visitas a España y en la isla de Wight, sin polémicas ni escándalos que perjudiquen a su hijo. Como se ha contado en estas páginas, don Juan Carlos no quiere dañar la imagen de Felipe VI.
“Entre padre e hijo pueden surgir diferencias, pero don Juan Carlos mide sus movimientos para evitar perjudicar a don Felipe. Y también a su nieta, la princesa de Asturias”, aseguran fuentes cercanas al emérito.
Ya en julio, la discreción marcó su estancia en la localidad gallego. Juan Carlos I se centró en entrenar y salir a navegar con el 'Bribón', compaginando sus jornadas en el mar con sus encuentros privados con amigos en la residencia de su gran amigo Pedro Campos.
