El príncipe Harry celebró su 27 cumpleaños en la base aérea donde se prepara para ser piloto de helicópteros. El fin de semana lo festejó con amigos en una bolera de Londres

El joven piloto tuvo que esperar al fin de semana para festejarlo con sus amigos, ya que el día de su cumpleaños debía permanecer en la base de la RAF, en Wattisham. El príncipe pudo abandonar la base el viernes para acudir a la bolera All Star Lanes en Londres, donde se reunió con sus amistades más cercanas. No acudieron a la celebración su hermano mayor Guillermo ni su cuñada Kate Middleton.

El local ha confirmado que Harry no alquiló de forma privada el establecimiento, sino que simplemente utilizó uno de los 'carriles'. El príncipe estuvo en todo momento al lado de los otros jugadores de la bolera, con los que no dudó en fotografiarse. Según los empleados fueron "un grupo muy competitivo. Era muy interesante verles jugar".

Harry y sus amigos pidieron hamburguesas y cerveza como merienda, ya que la fiesta se prolongó hasta la cena. Más tarde el príncipe Harry y su grupo hicieron la tradicional 'speed-dating' o 'cena-safari', una especie de juego para encontrar la 'chica perfecta'.

Consiste en que "los chicos cenan por separado con una chica en tres o cuatro casas diferentes, para después reunirse y contar la experiencia", según ha explicado uno de los amigos del príncipe. En esta ocasión el grupo se reunió en una conocida discoteca de Chelsea.

No ha trascendido quién se ofreció para cenar con el príncipe Harry el día de su cumpleaños, especialmente tras haber roto su relación con Chelsy Davy. Pero si se ha comentado que "al día siguiente se despertó aún soltero y sintiéndose bastante chungo. Fue muy divertido." ha dicho uno de los amigos a la prensa.