Polémica en las actuaciones de la Fundación Príncipe Carlos

Algunas voces en el Reino Unido se alzan para resaltar las diferencias entre las palabras del príncipe y los verdaderos hechos que luego tienen lugar, sobre todo en cuanto a planificación urbana y respeto al medio ambiente se refiere.

La fundación creada por Carlos de Inglaterra sigue un método a la hora de las construcciones y se basa en un consejo democrático. Las cuestiones se deciden por mayoría, y los planes se discuten y liman hasta que se consigue un consenso generalizado. Hasta ahí, todo normal. El problema es que, según Peter Murray de The Guardian, el príncipe ha utilizado otros métodos para llegar a fines determinados.

“Cartas secretas para los encargados o comités que aplican presión y evitan los habituales procesos democráticos que toda decisión debería seguir”, afirma Murray, son algunos de los aspectos menos conocidos de la Fundación. Además parece que esta no es del todo clara cuando se trata de dar a conocer detalles actuales de las obras: “El príncipe aseguró que el “Paternoster” (edificio colindante a la catedral de St. Paul) iba bien, pero creo que olvidó mencionar que los planes de remodelación del lugar neoclásico están abandonados porque nadie puede hacerse cargo de la negativas condiciones en las que se encuentra el edificio del siglo XVIII”.

El periodista asegura que poco ha cambiado en los últimos años y que lo que se ha hecho ha sido con claros intereses, que aunque Carlos de Inglaterra haga “speechs” que suenan bien y donde afirma que hacen un uso adecuado de la arquitectura, no hay hechos relevantes que le respalden…

 

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