Ni mula ni buey en el belén del Palacio Real

El belén que cada navidad ofrece el Palacio Real en la sala de exposiciones temporales no tiene entre sus figuras ni una mula ni un buey. Se trata del tradicional Belén napolitano del Príncipe, traído del sur de Italia por Carlos III en 1760.

El Belén napolitano del Príncipe no tiene ni mula ni buey, una carencia que habría pasado desapercibida como hasta ahora de no haber sido por la polémica suscitada alrededor del último libro de Benedicto XVI. En el que afirma, tras realizar los estudios pertinentes, que en el pesebre en el que nació el Niño Jesús no había habido ningún animal, como si marca la tradición belenista.

Según afirman los organizadores de la representación del nacimiento, se montará del mismo modo que en años anteriores y esperan que, asimismo, tenga el mismo éxito de visitantes.

Aunque no todas las figuritas que conforman el nacimiento napolitano datan de la misma época, las más antiguas se remontan al siglo XVIII, concretamente a 1760 cuando Carlos III fascinado por la belleza de estas representaciones, tan escasas en España como comunes en Italia, mandó traer un misterio completo a palacio.

Desde entonces, todos los sucesores de Carlos III hasta nuestros días, han ido mejorando y ampliando el conocido belén, que dota de carácter navideño al Palacio Real desde hace tres siglos.

Algunos de los encargados de la creación de figuritas por petición real fueron los escultores José Esteve y José Ginés, que fabricaron 5950 piezas en exclusiva para dicha representación, y el pintor Vicente López, que planificó de forma más exacta la disposición escenográfica del belén.

Estas son las características de algunas de las piezas originales napolitanas:

--Misterio: Está compuesto por tres figuras, aunque en la composición escenográfica suele ir acompañado de un pequeño angelito. La Virgen y San José visten trajes de seda y galones de plata, según la fórmula napolitana, aunque están realizadas en madera y son de manufactura española. El Niño sobre un lecho de pajas, está totalmente desnudo. Los escultores de corte del siglo XVIII realizaron figuras para el Belén Napolitano que trajo Carlos III a España en 1760, aumentado por su hijo Carlos IV. Se le conoce popularmente como Belén del Príncipe. Se guardaba en urna de talla dorada con un angelito en lo alto del portal.

--Ángel: En la figura del ángel destaca la posición del cuerpo con la mano izquierda sobre el pecho, la cabeza inclinada y la pierna izquierda flexionada hacia atrás. Las alas del ángel son de colores y están desplegadas. Esta figura aparece totalmente desnuda aunque, en ocasiones, se cubre parcialmente. La pieza fue realizada en Nápoles a finales del siglo XVIII.

--Reyes Magos: Están realizados en madera y proceden de Nápoles. Destaca su altura con 68 centímetros.

 

--Figura del séquito: Esta figura representa a un joven de raza negra. La pieza procede de Nápoles y fue realizada a finales del siglo XVIII. El joven viste con casaca morada y sujeta una caja de telas entre las manos.

--Turco: La figura del turco data de finales del siglo XVIII aunque se podría asegurar que su realización fue anterior a 1787. La pieza, fabricada en Nápoles, representa a un turco de pie, con gran bigote y la cabeza rapada. Viste armadura, bombachos rojos, casaca verde clara y camisa blanca.

--Vaca: Esta vaca, figura original del Belén del Príncipe, fue realizada a finales del siglo XVIII en Nápoles. La vaca aparece en actitud de marcha con la piel cárdena y manchas negras.

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