Así son los objetos expuestos al público en la Sala de la Corona del Palacio Real

La Corona y el Cetro Reales, la Mesa de las Esfinges, el sillón del Trono de Carlos III, el collar de la Orden del Toisón de Oro y un ejemplar del discurso de proclamación de Felipe VI

Corona y Cetro reales.
Corona y Cetro reales.

Patrimonio Nacional amplió desde el 7 de octubre la visita pública al Palacio Real de Madrid con la apertura de la Sala de la Corona. Situada en la hasta ahora denominada Cámara de la Reina María Cristina, esta estancia alberga los símbolos más representativos de la monarquía española. 

En la sala están expuestos la Corona y el Cetro Reales. Anteriormente habían sido utilizados exclusivamente para actos ceremoniales, el último de ellos, la proclamación de Felipe VI.

El Cetro data del reinado de Carlos II y está compuesto por cristal de roca, filigrana de plata sobredorada, esmaltes y granates engastados. La Corona procede del reinado de Carlos III y fue realizada en plata cincelada, repujada y sobredorada.

El resto de los objetos expuestos en la Sala de la Corona son:

-- La Mesa de las Esfinges: es una de las obras maestras de los muebles franceses que custodian las Colecciones Reales de Patrimonio Nacional. Fue ofrecida por Justina Madalena Prevost, viuda del relojero de Cámara François-Louis Godon, al monarca Carlos IV en 1803. Esta mesa es de estilo imperio. Sobre su base de madera de raíz de olmo descansan seis esfinges aladas y tocadas con kalf egipcio, ejecutadas en bronce sobredorado y cinceladas. Su tablero está compuesto por mármoles de colores y piedras duras.

-- El sillón del Trono de Carlos III: el trono que el monarca Carlos III utilizaba en el Salón de los Reinos del Palacio Real de Madrid también forma parte de esta colección. Es una silla grande con maderas talladas y doradas, cubierta de terciopelo carmesí con sobrepuesto de oro y en cuyo copete está tallado el busto del rey.

-- El collar de la orden del Toisón de Oro: es la distinción más alta que concede la Corona española. Fue concedido por el rey Felipe IV a la Virgen de Atocha. Aunque fue la reina Isabel II, como maestre de la orden, quien finalmente llevó a cabo la imposición a la Virgen el 20 de agosto de 1854. El artífice encargado de su fabricación fue Narciso Soria, platero y diamantista de la Real Casa y Cámara. De plata dorada y esmalte, el collar está compuesto por sesenta y dos eslabones que llevan por el reverso la marca del artífice y la marca cronológica de fabricación.

Completa la exposición de esta sala un ejemplar del discurso que Felipe VI pronunció en su ceremonia de proclamación, firmado por él. 


 

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