Limpiar las alfombras del Palacio Real cuesta 387.805 euros
Están instaladas en el Salón de Columnas, la Antecámara de Gasparini, la Capilla Real y el ascensor privado del rey, entre otras dependencias
Las dependencias del Palacio Real de Madrid y los objetos de decoración instalados en ellas requieren de un cuidado especial por su valor histórico y cultural, por lo que periódicamente este edifico es sometido a exhaustivas sesiones de limpieza.
Uno de los tesoros que alberga el Palacio Real son sus alfombras. La calidad de las mismas obliga a los responsables de las gestiones de limpieza de este monumento a encargar un servicio de recogida, limpieza y posterior colocación de las mismas en los salones y dependencias de palacio.
En el último contrato formalizado por Patrimonio Nacional para el cuidado de las alfombras se refleja lo que costará llevar a cabo este servicio: 387.805 euros.
Entre otras fases, la empresa responsable de ejecutar este trabajo, Peña internacional, S.L, se encargará de la recogida y embalaje de las alfombras, su transporte hasta el lugar donde serán desempolvadas y sometidas a lavado, secado y alineación de fibras, además de su posterior devolución y colocación en su ubicación habitual en el Palacio Real.
Además, este servicio también incluye un reportaje fotográfico. Según se especifica en este contrato, “el adjudicatario vendrá obligado a facilitar las labores de recogida de información gráfica que la dirección del organismo considere oportuna, en cualquiera de sus fases, debiendo facilitar el acceso pleno a todas las dependencias y zonas de trabajo propiedad del adjudicatario y que Patrimonio Nacional considere”.
32 salas con alfombras
El total de dimensiones de alfombra en uso asciende a 3.448,56 metros cuadrados, repartidos en 32 salas del Palacio Real.
La alfombra de varios tramos instalada en la escalera principal del edificio, la del Salón de Columnas o las que se encuentran colocadas en la Antecámara de Gasparini y en la Capilla Real son algunas de ellas, aunque también existen otras menos conocidas como la tela que cubre el suelo del ascensor privado del rey, con decoración central de estrella, rodeada de guirnalda de rosas y otros motivos vegetales.
Este servicio se realizará con la más estricta discreción. El contrato especifica que “el adjudicatario vendrá obligado a guardar secreto y reserva en virtud de los conocimientos adquiridos en la ejecución del contrato”.
