Si abdicase en su hijo, don Juan Carlos mantendría la dignidad de rey: no sería príncipe ni infante de España
El cambio en el trono en Holanda ha puesto de actualidad, desde que fuera anunciado el pasado mes de enero, el debate en España sobre la abdicación de don Juan Carlos en su hijo y heredero, el príncipe de Asturias. Algo que el propio monarca ha vuelto a descartar. Sin embargo, si alguna vez ocurriera, don Juan Carlos mantendría el título de rey.
Aunque en esencia el relevo generacional en España se realizaría prácticamente en los mismos términos que en los Países Bajos, existen algunos aspectos diferentes, como la dignidad que utilizaría el monarca una vez que cediera el trono a su hijo.
Monarquía Confidencial ha consultado a José Luis Sampedro Escolar, experto en nobiliaria y heráldica, que ha explicado cómo se produciría en términos de titularidad este cambio en el trono de nuestro país, en el hipotético caso en el que se produjese.
Príncipe es el heredero
Sampedro afirma que, aunque no existe ningún texto en España en el que se especifique cómo debería hacerse, existen dos fórmulas que don Juan Carlos podría utilizar, una vez perdiese la titularidad como monarca de la nación.
La primera, que sería la más adaptable a la realidad, consistiría en seguir el ejemplo de Pedro IV de Portugal, manteniendo, de este modo, el título de rey pero acompañado de algún título nobiliario. Por ejemplo, el de duque de Toledo, como ya eligió en su tiempo Alfonso XIII.
La segunda opción, según José Luis Sampedro Escolar, sería seguir el ejemplo de la reina Beatriz y pasar a convertirse en príncipe de nuevo. No obstante, en palabras del especialista, esta alternativa resulta impensable en el caso de don Juan Carlos.
Por dos razones. En primer lugar, no podría ser príncipe porque en España esa dignidad es inherente al heredero de la corona, y el título pasaría automáticamente la infanta a Leonor.
En segundo lugar, mucho menos aún don Juan Carlos asumiría el título de infante, título que, por otro lado, nunca ha ostentado durante su vida.
En España existe precedente de tres soberanos que abdicaron pero no dejaron de ser reyes. Fueron Isabel II, Alfonso XIII, quien falleció a los 40 días de perder el trono, y Carlos III.
