Iñaki Urdangarín permanecerá en Washington al menos tres o cuatro años. Éstas son sus funciones
A partir de septiembre se producirá la incorporación del Duque de Palma a su nuevo despacho en Washington, una vez aceptada la oferta de Telefónica de convertirse en su principal representante para Latinoamérica y EE UU. El tiempo de permanencia en la capital norteamericana no está fijado. Lo que sí está determinado es el trabajo que va a desempeñar.
El esposo de la infanta Cristina se establecerá en Washington en calidad de consejero de Telefónica Latinoamérica y presidente de la comisión de Asuntos Públicos de esta filial, con el encargo de liderar el posicionamiento global de la compañía no sólo en Latinoamérica, sino también en EE UU.
Fuentes próximas a Telefónica consultadas por El Confidencial Digital concretan que Iñaki Urdangarín será el coordinador general de las actividades de toda la compañía en EE UU, donde la compañía tiene dos oficinas, una en Nueva York y la otra, la más importante, en Washington, de las que él será responsable. Esas fuentes explican que el nuevo presidente estadounidense, Barack Obama, se ha planteado lograr una nueva influencia de su país en Latinoamérica, un continente donde, en lo económico, el principal inversor es precisamente Telefónica.
Telefónica tiene en EE UU millones de proveedores y clientes, incluyendo contratos como operadora de multinacionales, además de contar allí con accionistas de la compañía e inversores. Terra se encuentra ubicada en Miami y Telefónica Empresas está presente en el país, lo mismo que otra firma de redes, etc.
Por si fuera poco, la telefonía es sector clave en aquella nación, con firmas como Apple, Google, ATT. Y además tendrá que ocuparse de las relaciones con la FED.
Telefónica contaba hasta ahora en EE UU con personas del área de negocio, operativas, pero no contaba con una figura de representación, encargada también, en su caso, de relaciones públicas al más alto nivel. Sobre el Duque de Palma se comenta que lleva ya años como consejero de la compañía, y tiene experiencia de actividad en América, además de con otras organizaciones latinoamericanas.
En cuanto a la permanencia en Washington, las fuentes consultadas por ECD insisten en que no hay un tiempo mínimo fijado, pero el horizonte es al menos de tres o cuatro años.
