El uso de dos aviones Falcon por la Familia Real para viajar a Estocolmo y asistir a la boda de Victoria de Suecia fue un hecho aislado y no habitual
La Reina doña Sofía y los Príncipes de Asturias, utilizaron dos aviones Falcon del Ejército del Aire para viajar a Estocolmo y acudir a la boda de Victoria de Suecia. El hecho provocó algunas reacciones encontradas. Fuentes próximas a la Casa Real a las que ha consultado Monarquía Confidencial, destacan que se trató de una circunstancia infrecuente, fruto de la incompatibilidad en la agenda de los presentes para viajar en un único vuelo.
Mientras las infantas Elena y Cristina junto a Urdangarín viajaron en vuelo regular, los Príncipes de Asturias y doña Sofía utilizaron dos Falcon con margen de un día entre ambos aviones. El regreso de la familia real desde Estocolmo se produjo en una única aeronave del Ejército del Aire.
Las fuentes consultadas han insistido en que los vuelos de carácter privado que efectúan los miembros de la Familia Real, corren a cargo de su bolsillo. Mientras que los desplazamientos oficiales son costeados por el presupuesto de la Zarzuela.
Los aviones Falcon 900, pertenecientes al Ejército del Aire, se destinan al transporte de los miembros de la Familia Real, los miembros del Gobierno y otros altos cargos públicos en viajes de carácter oficial. En su interior alberga comodidades como sillones tapizados de cuero, cocina y mesas de trabajo.
La utilización de los aviones oficiales, ha provocado en anteriores ocasiones polémicas en la opinión pública. Por ejemplo, cuando tres ministros viajaron hasta Bruselas en tres aeronaves diferentes, o cuando Zapatero acudió a mítines de su partido la campaña de las elecciones europeas de 2009.
