Acudieron representantes de varias monarquías

Boda real en Suecia: el príncipe Carlos Felipe y Sofia Hellqvist ya son marido y mujer

Los novios no pudieron evitar llorar en la ceremonia en la capilla del palacio de Estocolmo. El traje de la princesa estaba tejido con tela de un español

El príncipe Carlos Felipe de Suecia se seca las lágrimas junto a Sofia.
El príncipe Carlos Felipe de Suecia se seca las lágrimas junto a Sofia.

El príncipe Carlos Felipe, segundo hijo de los reyes de Suecia, contrajo ayer matrimonio con Sofia Hellqvist, que a partir de ese momento es princesa y condesa de Värmland. La ceremonia sacó a las calles de Estocolmo a miles de ciudadanos suecos y congregó a representantes de la realeza europea.

Poco después de las cuatro y media de la tarde del sábado 13 de junio hizo su entrada en la capilla del Palacio Real de Estocolmo Sofia Hellqvist, que lucía un vestido con escote de pico y encaje en las mangas diseñado por Ida Sjöstedt y con un detalle español: la seda del traje de novia es del español José María Ruiz, que tiene su tienda en la calle de Don Ramón de la Cruz de Madrid.

Además, la novia llevaba una tiara con esmeraldas y un ramillete de mirto en el pelo, algo que es tradición entre las princesas y reinas suecas.

A la novia la esperaba el príncipe Carlos Felipe de pie y visiblemente nervioso. Minutos antes habían llegado al templo los otros miembros de la familia real sueca, con los reyes Carlos Gustavo y Silvia al frente; la heredera Victoria y su marido Daniel Westling; y la princesa Magdalena, embarazada, con su esposo Chris O’Neill y su hija Leonor en brazos.

También se pudo ver a la princesa Cristina, hermana del rey Carlos Gustavo, y a Marianne Lindberg, tía del rey de Suecia y también de la reina Margarita de Dinamarca.

Tal y como contó Monarquía Confidencial, entre los cientos de invitados que presenciaron el enlace matrimonial había cuatro reinas: Sonia de Noruega, Margarita de Dinamarca, Matilde de Bélgica y Máxima de Holanda.

También acudieron los príncipes herederos de Dinamarca, Federico y Mary, y el príncipe Joaquín y su mujer, Marie, mientras que por parte de Noruega la representación se completó con los herederos, Hakoon y Mette-Marit, y la princesa Marta Luisa y su marido. La lista de miembros de la realeza la completaron los condes de Wessex, Eduardo y Sophie, en representación de la casa real británica; Nicolés y Tatiana de Grecia; y la princesa Takamado de Japón. Como se suponía, ningún miembro de la familia real española acudió al enlace.

La ceremonia religiosa provocó momentos de emoción: tanto los novios Carlos Felipe y Sofía como algunos de sus familiares no pudieron contener las lágrimas en varios momentos de la boda. El nerviosismo de Carlos Felipe se hizo más patente cuando tuvo dificultades para poner la alianza en el dedo de su esposa.

Victoria de Suecia leyó una de las lecturas, mientras que las hermanas de la novia pronunciaron las peticiones por la felicidad de los novios. La princesa Estela, hija de Victoria, fue una de las damas de honor.

 

Tras apenas media hora de ceremonia, y tras haber sido declarados marido y mujer, los novios hicieron una reverencia a los reyes de Suecia y salieron de la capilla del Palacio Real para darse su primer beso de casados en la escalinata.

Miles de suecos, pero también muchos turistas, se concentraron en las inmediaciones del Palacio Real. A las cinco y veinte de la tarde los recién casados comenzaron un paseo por las calles de Estocolmo en un coche de caballos y escoltados por un regimiento a caballo y con el uniforme de honor de oficiales de la Guardia Real sueca.

Tras el paseo en landó descubierto, los príncipes se reunieron de nuevo en el palacio con la familia real sueca. Carlos Felipe tomó la palabra para dedicar unas palabras muy cariñosas a su esposa, que fueron vitoreadas por los presentes y rubricadas con un beso. El rey Carlos Gustavo también pronunció un pequeño discurso y finalmente 21 salvas de honor disparadas desde la fortaleza militar de Skeppsholmen saludaron a los novios, como corresponde por ser Carlos Felipe hijo del monarca.

La cena tuvo lugar en el Salón Mar Blanco del Palacio Real: antes, el rey Carlos Felipe hizo un emotivo discurso elogiando el amor de los recién casados. Durante los momentos previos al convite se pudieron ver varios corrillos de miembros de las casas reales europeas: por ejemplo, las reinas Máxima de Holanda y Matilde de Bélgica estuvieron un buen rato juntas, mientras que la princesa Marie de Dinamarca y Tatiana de Grecia charlaron animadamente.

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