Felipe VI renueva la relación de la Corona con la Orden de Malta
Recibirá en Zarzuela al gran maestre. Juan Carlos I fue bautizado en la capilla de la Real Cruz en Roma
El 26 de enero de 1938 Juan Carlos de Borbón y Borbón recibió las aguas bautismales en la capilla romana del Palacio Magistral de la Soberana y Militar Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén de Rodas y de Malta. La más conocida como Orden de Malta mantiene una larga relación con la Corona de España que se extiende a lo largo de los siglos.
El próximo jueves 10 de diciembre habrá una nueva oportunidad para estrechar estos lazos. Felipe VI recibirá en el Palacio de la Zarzuela a Frey Matthew Festing, que ostenta el cargo de gran maestre de la orden.
Será el primer encuentro oficial del actual rey con el máximo responsable de la Orden de Malta desde que asumió la Corona tras la abdicación de Juan Carlos I. Don Felipe es caballero de la orden pero tiene una relación personal no tan intensa como la de su padre.
Sí es cierto que, por ejemplo, el anterior gran maestre de la Orden de Malta, Andrew Bertie, fue invitado a la boda del entonces príncipe Felipe con Letizia Ortiz, en 2004. Bertie falleció en 2008 y en su honor se celebró una misa en la Iglesia de los Jerónimos en Madrid.
Juan Carlos I sí se tuvo ocasión de reunirse con el fallecido gran maestre en 1999. El rey hizo una visita oficial a la sede de la Soberana y Militar Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén de Rodas y de Malta, en Roma. Allí mantuvo un encuentro con Andrew Bertie.
Aunque con una relación más distante, la reina Sofía también ha sido distinguida por la Orden de Malta. En 1966, en una ceremonia en el municipio toledano de Consuegra, don Juan Carlos impuso a la entonces princesa de España el lazo de Dama Gran Cruz de Honor y Devoción. Lo que estaba pendiente hace unos años es el ingreso de la ahora reina Letizia en esta orden de caballería.
Desde hace siglos los monarcas españoles se han ligado a la Orden de Malta. En 1802 Carlos IV se proclamó gran maestre en todos sus dominios y nombró para el gran priorato en sus reinos a dos infantes. Isabel II convirtió la orden en una simple condecoración, pero Alfonso XII volvió a reconocer al gran maestre su dignidad y su autoridad sobre los caballeros españoles.
