La reina Beatriz envió un avión oficial holandés a Barcelona para trasladar el féretro de Carlos Hugo de Borbón Parma
Alrededor de 400 invitados se desplazaron hasta Parma este fin de semana para dar el último adiós a Carlos Hugo de Borbón Parma, que fue enterrado en la cripta familiar de Santa María de la Steccata.
Según ha podido saber Monarquía Confidencial la Reina Beatriz de Holanda dio instrucciones para que un avión del Gobierno holandés se trasladara a Barcelona para transportar a Italia el cuerpo del fallecido Carlos Hugo.
El avión oficial enviado por la soberana, trasladó en un primer viaje los restos de su ex cuñado a la Haya, para ser velados en una capilla ardiente instalada en el Palacio de Noordeinde. Tres días después, ésa misma aeronave llevó al finado hasta Parma, donde tuvo lugar el funeral del líder tradicionalista.
A pesar de esas instrucciones, la propia reina Beatriz no asistió al sepelio. Sí acudieron sin embargo un gran número de miembros de la familia real holandesa , entre los que se encontraba Irene de Holanda, hermana de la reina Beatriz y ex mujer de Carlo Hugo; los hijos del fallecido; Guillermo y Máxima de Holanda; y las princesas Margarita y Laurentien.
Los representantes de la nobleza europea en el funeral fueron los archiduques de Habsburgo, Martín y Mónica de Habsburgo, y el duque de Toscana Sigismondo Habsburgo-Lorena.
Beatriz de Holanda suplió su ausencia en la ceremonia de despedida enviando una corona de flores, al igual que hicieron la Casa Real española y el Rey de Jordania.
En el acto, de carácter privado, intervino el hijo mayor del fallecido, Carlos Javier, nuevo Duque de Parma y Piacenza. En su discurso explicó el deseo de su padre de ser enterrado en Parma, ciudad que siempre amó.
