La princesa Leonor deja entrever su personalidad en los últimos actos oficiales
Espontánea y alegre. Ya comienza a tomar protagonismo en los compromisos institucionales haciendo preguntas
La primogénita de los reyes se ha convertido en uno de los principales focos de atención de los medios de comunicación estos meses con motivo de la proclamación de Felipe VI. Leonor es, desde el 19 de junio, princesa de Asturias y la heredera al trono más joven de Europa. Llamada a ocupar en un futuro la jefatura de Estado, la hija de don Felipe y doña Letizia toma cada día mayor conciencia de su nueva posición.
Prueba de este hecho es la actitud adoptada por la princesa de Asturias en sus últimas apariciones públicas.
La hija mayor de los soberanos, que cumplirá nueve años en octubre, ha dejado entrever su personalidad en los actos oficiales más recientes que ha protagonizado en compañía de sus padres.
Alegre, espontánea y curiosa
Desde su nacimiento, Leonor ha demostrado ser una niña simpática, natural y alegre. Estas cualidades se han visto reflejadas con el paso de los años, más aún tras la proclamación de Felipe VI.
Durante esa jornada, la princesa de Asturias hizo gala de su espontaneidad, cuando no dudó en interrogar a su madre sobre el fajín de Capitán General de las Fuerzas Armadas que don Juan Carlos colocó al rey Felipe en el Palacio de La Zarzuela. Lo hizo tirando de la manga del traje que llevaba doña Letizia, mientras apuntaba con el dedo a la escena protagonizada por su padre y su abuelo.
Su espontaneidad volvió a evidenciarse posteriormente, cuando ya en el interior del hemiciclo, en el Congreso de los Diputados, Leonor descubrió entre los invitados al acto a su abuela materna, Paloma Rocasolano, a la que saludó enérgicamente mientras esbozaba una sonrisa.
La reina Letizia también tuvo que llamarle la atención en alguna ocasión por inquietarse durante la ceremonia, y comenzar a hablar con su hermana Sofía.
Muy habladora en su excursión a Tramontana
Pero la ocasión en la que Leonor ha dejado entrever de forma más evidente su naturalidad y curiosidad tuvo lugar hace unos días, con motivo de la excursión que la princesa protagonizó junto a sus padres y la infanta Sofía a la sierra de Tramontana, en Palma de Mallorca.
La princesa se mostró muy habladora esa jornada. Anteriormente, Leonor apenas había pronunciado palabras en público -sólo una vez, a las puertas de la clínica Quirón cuando visitó a don Juan Carlos, comentó a los medios que su abuelo “estaba bien”-, pero en esta última ocasión no paró de intercambiar comentarios con los trabajadores que les acompañaron en su recorrido por la finca Raixa, e incluso destacó el calor que hacía mientras movía la mano como si fuera un abanico.
Además, Leonor no dudó en preguntar, cuando le mostraron un mapa de la isla, dónde se situaba Marivent.
También tomó la delantera a sus padres en el saludo oficial a los empleados, demostrando la soltura adquirida durante estos meses al estrechar la mano.
Es más decidida que su hermana, hasta el punto de que la reina tuvo que llamarle la atención durante esa excursión para que dejase participar a la infanta Sofía en un juego virtual que presentaron a las pequeñas durante su estancia en Raixa.
Ya comienza a diferenciarse de Sofía
El hecho de que la princesa de Asturias sea un año y medio mayor que su hermana se puede apreciar, no sólo en su carácter -la infanta Sofía todavía tiene la timidez propia de una niña de su edad-, sino también en otros detalles.
Leonor es más coqueta que su hermana. Aunque doña Letizia suele vestir a sus hijas de forma muy similar, la princesa de Asturias se distingue de la infanta Sofía luciendo complementos, como pulseras en la muñeca o tobilleras.
