La cena japonesa de los príncipes previa a la excursión familiar a Almagro

Los príncipes Felipe y Letizia también salieron con sus amigos el viernes por la noche. Junto a un grupo de ocho personas, los herederos a la corona española disfrutaron de una agradable velada en un conocido restaurante japonés situado en la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón.

Según ha podido saber Monarquía Confidencial, don Felipe y su esposa llegaron los primeros a la cita bajo la estupefacción de camareros y clientes que desconocían que el matrimonio fuera a cenar allí esa noche.

Ambos vestidos con ropa sencilla y discreta, sonrieron y saludaron a los presentes haciendo gala de una gran amabilidad y cercanía. Posteriormente, esperaron a que llegara el resto del grupo para elegir asiento. Momento en el que el príncipe no salió muy beneficiado ya que su sitio estaba pegado al acceso a los aseos del local.

Entre risas y buenos momentos, los príncipes disfrutaron de un menú compuesto por diferentes tipos de sushi y otros platos típicos de la comida nipona.

El grupo no abandonó muy tarde el restaurante, ya que los príncipes al día siguiente tenían planeada una excursión junto a sus hijas para que éstas conociesen el gran contenido cultural de Almagro, Ciudad Real.

Excursión a Almagro

A primera hora de la mañana, la familia del heredero al completo se desplazó hasta la ciudad de Almagro con la mayor discreción posible.

Durante toda la mañana, y en una visita de carácter privado, los príncipes recorrieron junto a sus hijas a pie el centro histórico de la ciudad y pudieron disfrutar de una función de teatro en el Corral de Comedias.

La representación no fue exclusiva para ellos, sino que se mezclaron con el público bajo la expectación de los allí presentes.

La visita concluyó con una comida en el Parador Nacional, antiguo Convento de San Francisco.

Salida de las infantas

Esta salida de las infantas Leonor y Sofía recuerda al posado que protagonizaron en Sóller, Mallorca, el pasado verano durante sus vacaciones en la isla.

Entonces, dieron un paseo en el tren de Sóller con motivo de su centenario en 2012.

Las niñas, además, jugaron durante unos minutos por el paseo marítimo y dedicaron sonrisas y algunas palabras a los medios de comunicación que acudieron a la cita.

Del mismo modo que la vez anterior, el sábado las dos pequeñas vestían conjuntos muy parecidos pero no iguales del todo, y la infanta Sofía realizó la visita a la ciudad manchega acompañada de un bebé de juguete que no abandonó en ningún momento del paseo.