Un (des)encuentro de reyes

La princesa de Gales y la condesa de Wessex, ante el féretro de Isabel II.
La princesa de Gales y la condesa de Wessex, ante el féretro de Isabel II.

A las once de la mañana, hora de Londres, las doce en España, comenzará el cierre definitivo del largo tránsito de Isabel II del Reino Unido por la tierra.

A esa hora, se inicia en la abadía de Westminster, el mismo lugar donde fue coronada en 1953, un funeral al que asistirán 500 jefes y ex jefes de Estado, entre ellos los reyes de España (Felipe y Letizia), Bélgica (Felipe y Matilde), Países Bajos (Guillermo y Máxima), Noruega (Harald y Sonia),Suecia (Carlos Gustavo y Silvia), Dinamarca (Margarita y el heredero, Federico) y Mónaco (Alberto), junto con el de Jordania (Abdalá) y los emperadores de Japón (Naruhito y Masako).

Los detalles, tan precisos, de estos diez días de honras fúnebres fueron diseñados y aprobados por la propia Isabel II, que por eso quiso que en el funeral estuvieran presentes también los reyes eméritos de España, Juan Carlos y Sofía. Las fuentes oficiosas han insistido en que el rey emérito ha sido invitado “en su condición de ex jefe de Estado”. No es del así del todo, porque en este caso eran parientes de Isabel II por doble vía.

Igualmente, han sido incluidos ex monarcas como Beatriz de Holanda y Paola de Lieja, y representantes de casas reales no reinantes, entre las que figuran Grecia, Bulgaria, Italia, Portugal, Rusia, Yugoslavia...

Estos últimos no se situarán en los primeros bancos, ocupados por jefes de Estado en activo, sino más atrás. Lo que despeja la incógnita, tan comentada en España, de si don Felipe y don Juan Carlos se sentarán juntos.

El interés se ha centrado en el encuentro, o desencuentro, entre padre e hijo. De entrada, se ha evitado que vivan en el mismo lugar: Felipe y Letizia se alojan en la residencia del embajador, don Juan Carlos y doña Sofía en un hotel. Los primeros viajaron a Londres en un avión de la Fuerza Aérea, con la reina Sofía y el titular de Exteriores, don Juan Carlos lo hizo desde Emiratos Árabes Unidos, en un vuelo comercial.

Ayer por la tarde, Felipe VI coincidió con su padre en la recepción en Buckingham que Carlos III ofreció a los invitados internacionales, algo que se ha convertido en la primera vez que el monarca y su padre se ven en público desde 2020, al margen del encuentro privado de mayo, en La Zarzuela, del que no ha habido fotos.

Hoy, por la mañana, todos los invitados se concentrarán en el Royal Chelsea Hospital, un centro de atención para militares veteranos en Londres, desde donde, en varios autobuses, serán trasladados a la abadía. Dado el orden de colocación en el templo, no parece previsible que padre e hijo viajen en el mismo vehículo.

El (des)encuentro parece difícil. Pero no imposible. Menos aún si, tal como ha contado Confidencial Digital, está en marcha un proceso para ‘normalizar’ en lo posible la situación de don Juan Carlos, incluyendo un acercamiento a España, tal vez Portugal. Esa imagen, de producirse, sería una pieza más del proceso.

 

Tras el funeral de hoy, Felipe VI, doña Sofía y el ministro regresarán a Madrid en el Falcon oficial, mientras que la reina Letizia viajará a Nueva York, donde martes y miércoles participa en actos organizados por Unicef, la FAO y la OMS, en el marco de la Asamblea General de Naciones Unidas.

Don Juan Carlos, por su parte, regresa esta tarde a Abu Dabi.

Para entonces, ya sabremos si ha habido encuentro o desencuentro, con la 'lectura' que eso tendrá.

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